Antorchas de goteo

Antorchas de goteo

Antorchas de goteo

Dentro de los protocolos para la protección contra incendios en Madrid a nivel rural destaca —por su curiosidad paradójica— el uso de antorchas de goteo. El sistema es obvio, se trata de luchar contra el fuego con fuego. Si creamos una franja libre de combustible, el incendio se detendrá.

El funcionamiento del artilugio es muy simple; consta de un depósito —generalmente de aluminio— lleno de una mezcla de gasóleo y gasolina —en proporción setenta y treinta—. Del depósito parte una «lanza» hueca provista en su extremo de una boquilla con válvula y un aditamento relleno de estopa impregnado en la mezcla de combustible, que mantiene una llama permanente junto a la boquilla.

Para su uso, haces salir, con un golpe de muñeca, el combustible por la boquilla cayendo al suelo ardiendo. De esta forma se pueden crear hileras de fuego que formarán los cortafuegos. Estos cortafuegos creados a sotavento del incendio, provocan que, al llegar las llamas, se encuentren con una zona de tierra quemada evitando su propagación y logrando, de esta manera, la protección contra incendios en Madrid.

Como puedes comprobar, la diferencia entre un extintor, de espuma o polvo seco, de los que utilizamos en Sistemas contra incendios Madrid y una antorcha de goteo es absoluta. El primero lo utilizamos para extinguir incendios atacando directamente al origen de las llamas, el segundo para crear zona quemada evitando así la propagación del incendio. La antorcha de goteo se originó en Estados Unidos a fin de luchar contra los grandes incendios forestales que abrasaban los parques naturales. Es un sistema eficaz aunque peligroso, ya que trabajas a sotavento del incendio por lo que has de tener una gran precaución para evitar que las llamas te alcancen, a diferencia de otros sistemas de extinción que están diseñados para atacar el incendio por barlovento, aunque menos eficaces.